Somos "roji-negros" declaró Felipe Echenique March a los charros de la sección X, en el momento de que se le preguntaba la postulación de la planilla oficial para la segunda elección, la elección para los charros. ¿Roji-negros? Como el Atlas, o más bien dándo la intención de "unidad" frente a los charros ¿propios o extraños? ¿Una operación cicatriz? o ¿Una autoritaria forma de diluir las diferencias absorbiendo a los "otros" en un proceso monolítico y unidireccional? ¿Los absorbemos al mismo tiempo que los negamos borrándolos?
Aunque nosotros, los rojos no dividimos y por lo tanto no damos espectáculos frente a los charros, propios y ajenos, lo cierto es que ni hubo operación cicatriz, ni se nos olvida que estos mismos son los que nos impidieron hablar en el pleno de delegados, que comenzaron a elegir delegados de 6 investigadores en centros de más de 100, estos "democráticos" que les gustan los reflectores y los medios cuando hablan por todos nosotros, pero que imponen en el momento de actuar en consonancia con principios democráticos.
No, ellos no son rojos, ni recuperaron de ninguna manera una unidad política basada en el diálogo, ni trabajarán por regresar la decisión a la base, ni por configurar un comportamiento democrático, ni por abstenerse de imponer sus delegados y reconocer la diversidad política en la delegación sindical. Ellos, los que hablan por todos, no han hecho lo más mínimo por establecer canales de consulta con sus propios afiliados.
Pasado el besa manos, nosotros no les impediremos gobernar, pero mal haríamos en no aclarar, que ellos, los negros, no son para nada rojos, porque les falta un ingrediente político esencial, ese ingrediente lo platicamos cuando ellos nos presenten resultados. Ellos tienen el derecho para gobernar ahora que los eligieron mayoritariamente, nosotros tenemos derecho a señalar porque formamos parte de la organización, la gente decide en que momento sin romper la unidad, requerirán una alternativa, nosotros esperamos disciplinados, críticos y comprometidos.
