La corriente roja se constituyó como una red que organiza la ex-planilla roja para el Cambio del Comité Ejecutivo Nacional desde el proceso electoral de noviembre de 2009. Nos hemos mantenido agrupados en el interés de impulsar y mantener un programa alternativo para la delegación D-II-IA-1, Nos mantenemos como equipo de trabajo y apoyamos juntos el programa que impulsamos desde el principio.
Víctor M. Arribalzaga Tobón, Victoria Arriola Rivera, Saturnino Vallejo Z., Olivia Torres C., Beatriz Zúñiga Cabello, Rolando González Aras y Arturo Luis Alonzo Padilla.
PROGRAMA DE TRABAJO 2010-2012
El cambio de comité ejecutivo delegacional se produce en una etapa especialmente difícil para los profesores de investigación científica y docencia. Esta situación tiene como elemento central una profunda crisis económica, resultado del modelo de desarrollo neoliberal impulsado en nuestro país durante los últimos 25 años, el cual ha favorecido en forma acelerada los intereses del capital financiero, en detrimento del nivel de vida de la mayoría de los mexicanos. Aunado a ello, esta política ha tratado de mantener y profundizar el control político.
Las medidas como: favorecer la inversión privada, reducir el gasto público, incrementar las finanzas, fortalecer el aparato estatal concretamente a la tecnocracia, el control ideológico y el sojuzgamiento de la disidencia, así como una política cultural basada en el mercantilismo ajena a los principios democráticos y a la realidad histórico-social de nuestro país, son algunos ejemplos de aplicación de la política antes mencionada. En consecuencia los diferentes proyectos de investigación y programas de trabajo de los profesores de investigación científica y docencia democráticos del INAH han sido afectados por la injerencia de esta política devastadora.
Como lo hemos vivido, las últimas administraciones del INAH han seguido fielmente los lineamientos impuestos por el gobierno federal, de tal manera que es evidente la supeditación total o casi total a las orientaciones de éste, a través de las Secretarías de Hacienda y Crédito Público, de Educación Pública y del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, mermando la autonomía que le otorga la Ley Orgánica emanada del poder legislativo en 1985 y publicada en 1986 (pendiente aún su reglamentación), en donde se le reconoce como una Institución integral de Investigación científica, Difusión, Conservación y Docencia de carácter Nacional, y no una unidad administrativa del gobierno federal, como se ha pretendido.
Por otro lado, es evidente un nuevo tipo de relación con los gobiernos estatales, que en muchos casos se caracteriza por la subordinación y la ambición de ceder algunas de las funciones fundamentales del INAH a esos gobiernos, lo que tiene como consecuencias la especulación y afectación del Patrimonio Arqueológico e Histórico (Tajín, Zona Maya, Castillo de Chapultepec, Monte Albán y recientemente Teotihuacán, entre otros), el socavamiento de la integridad del Instituto y su conversión de organismo rector y ejecutor de políticas sobre el patrimonio arqueológico e histórico de la nación, en uno específicamente de servicios.
En el ámbito interno se han parcializado cada vez más las diversas áreas de trabajo, separando a la investigación científica, de la conservación, la difusión y divulgación y la formación de especialistas; dicha fragmentación sólo tiende a resaltar la imagen política (que no académica-política) de las autoridades del INAH, propiciando una imagen especifica del INAH, dado que en los últimos años nuestra Institución ha sido botín de la alta burocracia, pues se ha incrementado la planta de personal de confianza, beneficiando única y exclusivamente a sus amigos y familiares, dando como resultado la duplicidad de funciones y una serie de irregularidades administrativas, entre otras con grandes salarios y beneficios en detrimento de las áreas sustantivas del INAH.
Desde el punto de vista organizativo se observa la tendencia a centralizar las decisiones fundamentales, aunque enmascarándolas bajo la proposición de instancias aparentemente democráticas que concentran la toma de decisiones. En el aspecto laboral, además de aplicar una política de topes salarial y de prestaciones, se ha tratado de eliminar conquistas alcanzadas, pretendiendo desconocer en la práctica la reglamentación vigente. En el trato con la organización sindical se hace evidente la política agresiva e irrespetuosa, así como la pretensión de eliminar la participación sindical en la orientación de la vida del Instituto, utilizando el argumento de la división entre lo laboral y lo académico, aunque esto último haya sido minimizado y menospreciado en innumerables ocasiones.
Ante la situación, brevemente descrita, la Delegación D-II-IA-1 debe dar una respuesta colectiva, firme y organizada. Es necesario continuar, mediante su desarrollo, profundización y adecuación a las nuevas condiciones, los lineamientos establecidos por nuestra organización sindical a través del tiempo. Por ello, enseguida exponemos los principios y plan de trabajo que, con el espíritu de reivindicar la política de nuestra Delegación, guiarían las actividades de este grupo de trabajadores sindicalizados, en caso de ser electos como Comité Ejecutivo Delegacional.
En virtud de la política, agresiva e irrespetuosa de las autoridades contra la Organización Sindical, debido a nuestra oposición a sus lineamientos que atentan contra el Patrimonio, la Institución, la Materia de Trabajo y los Derechos de los Trabajadores. Nuestra Delegación tendrá como prioridad la Defensa y fortalecimiento de la organización sindical. La cual se logrará impulsando la unidad sindical y la participación activa de todos sus integrantes, así como la recuperación de espacios colectivos de discusiones para la toma de decisiones y trazar las tácticas y estrategias de lucha sindical, con base en los principios establecidos en este programa.
En virtud de las violaciones constantes a las Condiciones Generales de Trabajo (CGT), Reglamento de Admisión, Evaluación, Promoción y Concurso y exámenes de Oposición del Personal Académico (RAEPCEO) y demás reglamentaciones académico-laboral, por parte de las Autoridades, es indispensable defender y profundizar las conquistas plasmadas en estos documentos, lo cual se deberá impulsar a todos niveles, fundamentalmente en los Centros de Trabajo.
Por lo tanto se requiere fortalecer y respaldar a las comisiones mixtas y vigilar colectivamente su óptimo funcionamiento.
- Es necesario propugnar por nuevas conquistas laborales que mejoren las condiciones de vida y de trabajo. Se impulsarán pliegos petitorios conjuntos con los trabajadores del IPN, INBA, UNAM y otras instituciones de educación superior con al fin de que las mejoras no se limiten a lo pactado por las AAPAUNAM, al margen de nuestra participación.
- Debemos establecer con antelación y llevar a la práctica planes de acción que obliguen a las autoridades a pagar los incrementos y presentaciones en fecha inmediata al momento en que surtan efecto.
Un punto fundamental de este Programa de Trabajo es la defensa irrestricta de nuestra materia de trabajo, con base en la relación inseparable entre lo académico y lo laboral, la cual debe ser contemplada conforme a los siguientes planteamientos.
- Es claro que los grandes proyectos coyunturales, formulados e impuestos por las autoridades del INAH (Atlas, catálogos, museos, etcétera) apoyan la política estatal y carecen de fundamentos académicos sólidos, o bien, se desvían de los lineamientos generales de la política de investigación acordada en nuestros congresos y otros Eventos Nacionales, quedando la participación de los trabajadores restringida a la ejecución parcial de dichos proyectos.
Con base en lo anterior, demandamos la participación de los Profesores de Investigación Científica y Docencia en los espacios que determinan la política institucional establecidos en su Ley Orgánica y otros que otorga la legislación vigente, para lo cual se hace necesaria la culminación de la elaboración de su reglamento que ha sido exigido y observado por parte de la Auditoría Superior de la Federación.
- En relación con la política de las autoridades de restringir la investigación, la difusión, la conservación y la docencia, reduciéndolas a actividades técnicas o a la realización de algunos elementos del proceso integral de investigación científica, nuestros planteamientos son la formulación de proyectos de investigación elaborados colectiva, inter y multidisciplinariamente, así como la reorganización democrática de los ya existentes, de los que necesariamente derive la protección, conservación, difusión, al igual que la formación de especialistas.
- En cuanto a las acciones de las autoridades que implican la sesión, de parte fundamental de nuestra materia de trabajo a otros sectores de trabajadores (Gestores del Patrimonio Cultural) y otras dependencias públicas y particulares (como los Gobiernos Estatales, OCESA, entre otros mediante la concesión de sus funciones), propugnamos la defensa irrestricta de nuestra materia de trabajo conforme lo establece la ley.
La autoridad está rompiendo la estructura institucional y privilegia las relaciones personales al asignar discrecionalmente presupuestos a proyectos emanados de ella misma, al margen de los centros de trabajo, lo que trae como consecuencia la imposibilidad real de la Organización Sindical para participar en su definición y desarrollo, así mismo pone en peligro la integridad del INAH como Institución.
- Es necesario por tanto promover en todos los centros de Trabajo la elaboración de reglamentos internos que contemplen, entre otras cosas, la existencia de instancias académico-democráticas que participan en la toma de decisiones de índole académica y organizativa, dado que así lo establecen las CGT.
La defensa del Patrimonio Cultural constituye uno de los puntos centrales de este programa debido a las constantes agresiones del Capital Inmobiliario, la especulación con los Bienes Culturales, el sometimiento de la dirección del INAH a las políticas mercantilistas y las omisiones en la aplicación de la Ley Federal y las normatividades vigentes, propiciando con ello las condiciones necesarias para la privatización y especulación del Patrimonio Arqueológico e Histórico.
De acuerdo con ello, nos oponemos a la modificación de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, y nos pronunciamos por la ampliación y enriquecimiento de los márgenes de protección establecidos en su reglamento.
DIFUSIÓN
Por lo que corresponde a la difusión encomendada al INAH por ley, a través del área de museos y exposiciones, la institución al asumir una política de supeditación al Gobierno Federal y a los intereses del gran capital, en vía de los hechos ha aplicado una política de contracción para ceder esos espacios a los intereses privados (OCESA) y a los Gobiernos de los Estados, recuérdese las festividades de luz y sonido y espectáculos en las zonas de monumentos arqueológicos e históricos, edición de revistas especializadas en las materias de competencia del INAH, exposiciones internacionales con piezas únicas y originales, entre otros. Por ello demandaremos como uno de los principios fundamentales, que el instituto asuma la aplicación de una política de difusión apegada a las disposiciones legales, a los avances de la investigación científica y lineamientos emanados del órgano colegiado correspondiente.
DOCENCIA
En cuanto a la formación de recursos humanos, el abandono institucional hacia Escuelas (ENAH México, ENAH Chihuahua y la Escuela de Restauración y Conservación), ha provocado una limitación en la infraestructura y superestructura, por lo cual los centros de formación del INAH se han visto limitados en el cumplimiento cabal de sus objetivos y funciones, para los que fueron creadas. Por ello promoveremos la integración del consejo de docencia, conforme lo establece la ley orgánica y la asignación de recursos suficientes en tiempo y forma.
Una de las causas por las que la participación sindical se ha visto mermada es el diseño de programas como el Servicio Profesional de Carrera, el Sistema Nacional de Investigadores y el Programa de Estímulos a la Productividad, principalmente, ya que con ellos se ejecuta el proyecto del Gobierno Federal de eliminar la vida laboral en las Instituciones, en este sentido ha habido algunas aplicaciones en el INAH, las cuales, para desgracia de nuestra organización han surtido efecto.
Por lo anterior, insistimos en que la lucha sindical por la democracia en el INAH constituye la única forma de consolidar los aspectos académicos y laborales para crear los mecanismos internos que permitan contrarrestar esta tendencia y vincularnos con el resto de los trabajadores democráticos de educación superior, y otros, al Servicio del Estado a fin de presentar un movimiento amplio que se oponga a dichas políticas y por la defensa y profundización de la normatividad laboral vigente, así como la búsqueda de nuevas y especificas formas y acuerdos que permitan una verdadera recuperación salarial y prestaciones.
