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sábado, 8 de mayo de 2010

¿Base o confianza?

No, no estoy hablando del artículo 5° y 6° de la Ley de Trabajadores al servicio del Estado. Una organización puede construirse con toda la base de trabajadores o pueden tenderse redes de confianza que sólo suplanten a los trabajadores y hablen en nombre de ellos. Una actitud de inicio constructiva o destructiva.

Ser tolerantes implica no adherirse a aquellos que nos agradan o nos convienen, sino superar las diferencias y dialogar a aquellos que nos desagradan y tienen diferencias. Incluir implica remontar diferencias para encontrar un camino común entre todos los trabajadores de un lugar. Para ello debemos enlazar no sólo a aquellos que les tenemos confianza, sino también a aquellos en los que tenemos diferencias y desconfianza.

Las organizaciones de trabajadores se hicieron para defender los derechos y el empleo de los trabajadores. Si la organización se rezaga y sólo se adhieren a nosotros menos de una cuarta parte del censo total, no es que tengamos a los más conscientes, pueden ser los más incondicionales. Los luchadores más valiosos no son incondicionales, obedientes y corruptos.

Una persona o un pequeño grupo no puede cambiar el destino de las organizaciones, si no cuenta con la simpatía y el convencimiento de la mayoría de los miembros del grupo. La defensa requiere de una maquinaria humana que sepa responder a los retos, por lo que la solidaridad y la cooperación son las bases fundamentales. Pero si el pequeño grupo no requiere de los demás, es claro que sus intereses no estan con los demás sino consigo mismos y con sus proyectos personales. Quién busca tejer entre los trabajadores se encuentra interesados en ellos, a quién sólo le interesan los medios de comunicación lo que busca son reflectores.

Cada uno de nosotros debemos preguntarnos desde la base ¿Qué ha hecho mi orgnización hoy por nosotros? ¿Cambiaron las condiciones de los centros de trabajo, mejoró la convivencia, tenemos más y mejores instrumentos? O la organización es un concepto lejano, no presente, no vivo sino sólo existente. ¿Tiene que ver la organización con lo que hacemos todos los días, con lo que nos gusta hacer, por lo que acudimos a trabajar todos los días? Los que trabajamos somos trabajadores...

En política la forma es fondo. ¿Cuántas veces has sido consultado en las decisiones vitales de la organización? ¿Tuviste la oportunidad de señalar como proponías que las cosas marcharan? O tu organización ¿es un boletín electrónico que te señala lo que ya hicieron, las decisiones que ya tomaron, el camino que se pensó seguir?

Las organizaciones son la totalidad de quienes pertenecen a ellas. Vives una sensación de que quienes hablan son siempre los mismos, que dicen siempre las mismas cosas, se enfrentan siempre los mismos intereses. Te identificas con unas cosas pero sientes ajenidad con muchas otras cosas, las cosas marchan igual aunque no apoyes, no te organices, no acudas. Nada variará todo marchará, nada cambiará.

Has pensado que si no necesitas de la organización de trabajadores, porqué tu mismo puedes navegar en tu propio beneficio, eso cuestiona la potencia y la razón de organizarte. Por eso procede todo como si la situación dependiera del monarca del momento, si es bueno o es malo, reinar no es una cuestión de soberanía popular sino de dinastías y reyes buenos o malos.

Una organización que festeja lo que esta dado, como si ellos lo hubiesen logrado como el día libre para fetsejar a las madres, o un bono que cada año se ha dado, es una organización que no tiene sentido que este organizada. Lo mismo se festeja en las organizaciones charras que democráticas. Los charros no son menos desagradables que los democráticos en esas condiciones.

El cambio depende de las decisiones, pero si las decisiones siempre estan arriba, entonces no hay diferencia entre Fidel Velázquez o la güera Rodiguez Alcaine. Si ese es el panorama en organizaciones que se afirman democráticas es un triste panorama.

Desde la base, desde la cotidianeidad de las actividades de investigación, el reinado de los reyes, no cambia en las condiciones base de los trabajadores. Son siempre las condiciones exteriores como los cambios climáticos o las reformas laborales. Este año, nos hemos salvado temporalmente de la debacle, pero el año entrante y el siguiente siempre habrá posibilidad de lluvias y huracanes. Nosotros como trabajadores de base entendemos, somos vulnerables, no vivimos como dioses somos mortales.

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