No somos desastrólogos, pero siempre hay que estar prevenidos frente a los desastres por venir, para quienes no han vivido desastres, la autarquía, los viejos comederos, las viejas grillas son el devenir normal de toda organización.
Las amenazas internas se resuelven aparateando, moviendo los hilos de las alianzas, los redes de clientelas internas, el enemigo interno es neutralizable si con una dósis de viejos estilos, los ponemos quietos.
Patear al pequeño es siempre sencillo. El problema es cuando no vemos al grandote que se acerca. Como en una novela podemos imaginar lo que puede venir.
Este año realizamos escarmusas, condenamos por aquí tal acción de la autoridad, nos oponemos con teatralidad a otra acción por allá y retamos al Presidente de la República a un debate acerca de si puede o no Paul Mcarney cantar en Chichen Itza, el Presidente canaliza el asunto a su Secretario de Educación quién les dice a los ingenuos que el asunto será atendido algún día.
Cambiando algunos secretarios sindicales, la organización piensa reforzar a la vez que se apoya en sus delegados sin que existan asambleas de base. Los delegados sustituyen discusiones avalan lo que diga el comité, mientras que la comisión de defensa dice que el siguiente paso es defender el gran teodilito nacional. Así entretenidos en la "gran lucha" se asoma la "madre de todas las luchas".
Nos come el año, llega diciembre y todos nos vamos a la gran tradición. En medio de las fiestas, como en el ataque del Yom Kipur, la´gran funcionaria de la cultura anuncia que por decreto, la administración pública federal fusionará las áreas de Bellas Artes y Antropología para construir la magna Secretaría de la Cultura Nacional. Se trasladan organismos públicos, subsecretarias, organismos descentralizados a la nueva institución.
Los trabajadores de base pasan de la noche a la mañana de 6 mil en dos institutos a más de 25 mil. El charro de la sección sindical del SNTE, familiar de doña Elba tiene comprometido el nuevo sindicato nacional, el cuál comienza a construirse con todo el respaldo del PANAL, el PAN y doña Elba, mientras amarran a los cerca de 19 mil burócratas restantes.
Al haber una nueva dependencia, el estaus cambia de sindicato del SNTE, al Sindicato Nacional y el SNTE aprueba que estos trabajadores no pertenecen más a su sindicato. Desde las fiestas navideñas los líderes de las delegaciones sindicales tienen una reunión de emergencia, tratan inútilmente de llamar a los delegados a nivel nacional, los cuáles o no se encuentran o bien aún no atinan a ver lo que esta sucediendo. A pesar de las reuniones que agüitan las fiestas decembrinas, la organización volverá para suplicar a los centros de trabajo que se movilicen porque la debacle cae encima. Los centros lo hacen porque tienen temor de perder el trabajo.
Al regreso a las labores, hay nuevos jefes, las condiciones generales de trabajo dejaron de existir y el nuevo sindicato nacional se encuentra presentando el nuevo documento a las autoridades, al mismo tiempo que aparece un sindicato registrado, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de la Cultura SNTSC.
Los trabajadores se dan cuenta de que no perderán el trabajo, aunque la incertidumbre existe porque no saben que pasará. A marchas forzadas las ex-delegaciones de bellas artes y antropología organizan el Sindicato Independiente de Trabajadores de la Secretaría de la Cultura. Sólo el sindicato nacional tiene la toma de nota, mientras que el independiente lucha por el registro. Ambos reclaman la titularidad.
La Secretaría del trabajo accede al recuento. 19 mil trabajadores mayoritean a los 6 mil trabajadores de las delegaciones, que son estigmatizados por el sindicato nacional. Se producen las primeras deserciones, algunos miembros de las delegaciones democráticas aparecen en las carteras del SNTSC, comienza el desmoronamiento.
La STyPS no puede anular administrativamente al SITSC, pero comienza el levantamiento de actas y el hostigamiento contra algunos de sus delegados. La STyPS concede la titularidad del SNTSC y se registran las nuevas CGT. Algunos trabajadores de investigación y administrativos del SITSC deciden afiliarse a los dos sindicatos para no perder prestaciones. Los miembros del SITSC no cuentan con el respaldo mayoritario, no tienen la titularidad, pero deciden continuar históricamente con la lucha, abren una oficina y se eternizan en los cargos. Algunos de sus secretarios aparecen como candidatos a diputados por el PRD.
La Secretaría de la Cultura aprueba una nueva ley de la misma y se convierte legalmente en el titular que maneja el patrimonio nacional, con una nueva política de promoción al turismo, que tiene como una de sus prioridades impulsar el complejo turístico de Chichen Itza. Es tan rentable y tan exitoso económicamente que deciden abrir otros complejos en Teotihuacán, el Tajín y Palenque.
El SITSC es simbólicamente una ONG que desde la sociedad civil decide la defensa del patrimonio. A algunos de sus líderes ya fallecidos se les rinden homenajes por su trayectoria y la lucha a favor de la defensa de un patrimonio que se encuentra bajo la juridicción de los gobernadores y son regulados por la Secretaría de Turismo y la Secretaría de la Cultura.
El SITSC celebra su aniversario 10 de lucha en el centro de convenciones de El Tajín, proclama que no abandonará la lucha y que la defensa del patrimonio es un principio histórico de honor y compromiso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario